
Compuesta por otro gran talento de la música mexicana, Joan Sebastian, e interpretada en su versión más famosa en una de las voces de la ranchera más emblemáticas del género, Vicente Fernández, “Un Millón de Primaveras” está lejos de ser una canción de un amor insuperado de una pareja y cuenta entre sus letras una historia mucho más profunda.
Se trata de una canción de despedida con el único adiós definitivo que existe en la vida tras la muerte de un ser amado. “Un Millón de Primaveras” es la última canción que Joan Sebastian compuso en honor a su hijo Trigo Figueroa, quien murió asesinado trágicamente en 2006, a la corta edad de 27 años.
Trigo, además de acompañar a su padre en sus conciertos como parte de su familia, trabajaba con él, ya que hacía parte del esquema de seguridad del artista. Durante la salida de un concierto de Joan Sebastian en Hidalgo (Texas) un grupo de fanáticos intentó acercarse a su padre, en medio de la multitud, uno de los seguidores disparó al suelo y, en la persecución, una bala alcanzó a Trigo recibiendo el impacto en su cabeza.
Joan Sebastian estuvo cerca de una hora con su hijo entre sus brazos, pidiendo ayuda. Aunque alcanzó a llegar al Hospital Medical Center de McAllen, lamentablemente los esfuerzos por salvarle la vida fueron en vano y finalmente murió. Afligido por su pérdida, el artista mexicano inspiró todas sus letras en la tristeza de la partida de su hijo, sin embargo, el proceso del duelo cada vez se hacía más difícil de sobrellevar.
Así que acudió a un médium para intentar tener consuelo en algún tipo de contacto con su hijo fallecido. Durante la sesión, Trigo le habría pedido a su padre que no compusiera más canciones de dolor y tristeza, y que por el contrario siguiera adelante con su vida. Y fue justamente esta petición, la que inspiró la que sería la última canción de Joan Sebastian en honor a su amado hijo, por eso bien entre sus versos dice:
“Te molesta si te hablo de mi amor
Y me pides «por favor, olvida el tema»
Y que cambie la letra de mis canciones
Y tu nombre quite ya de aquel poema
Te molesta, aguanta, por favor
Te lo juro, estoy a punto de olvidarte”
Fue así, como nació este himno de la ranchera: “Un Millón de Primaveras”, casi que como la página final de un duelo convertido en canción que Joan Sebastian entregó a Vicente Fernández, que además se convertiría en una de sus colaboraciones más importantes y exitosas de la música mexicana.
Al parecer el dolor y la emoción que significaba esta canción para Joan Sebastian impidieron que él la cantara, por eso decidió dársela a Vicente para que a través de su voz la conociera el mundo.
“Un Millón de Primaveras”, hizo parte de su álbum Vicente Fernández Para Siempre lanzado en 2007 bajo la producción de Joan Sebastian y se convirtió en el ganador de los Latin Grammy a Mejor Álbum Ranchero en aquella edición de los premios de la Academia.
Aunque la versión más exitosa de este tema es interpretada por Chente, años más tarde de su primera versión Joan Sebastian se armó de valor para interpretar su composición en su propia voz y la incluyó como una de las 13 canciones de su álbum 13 Celebrando el 13, que fue lanzado en el año 2013. Sólo entonces pudo cantarle por primera vez a su hijo sus más sentidos versos de despedida:
“Solo falta un millón de primaveras
Después de eso, ya no vuelvo a molestarte
Oh, no
No volveré a cantarte
Si te molesta
Si te molesta”