Los comienzos de Aventura no son tan diferentes a los de cualquier artista latino independiente que sueña con triunfar en Estados Unidos: conseguir espacios para tocar, grabar un primer disco apoyados por su mánager y experimentar con la música que estaba de moda en el momento: hip hop, reggae, rock, pero sin olvidar la bachata de su República Dominicana natal. En un video emitido durante los conciertos de la gira Cerrando Ciclos, que actualmente llevan por todo el continente y anoche presentaron en el estadio El Campín de Bogotá, remarcan tener influencia de The Beatles. Por lo menos, los fanáticos de ambos, sí se parecen bastante.

El cantante Romeo Santos ya es un ícono de la música latina y, sin ánimo de demeritar al resto de la banda –músicos espectaculares con un guitarrista y percusionistas que se roban partes estratégicas del show–, vale la pena remarcar que lo único más grande que él, dentro de Aventura, son sus canciones.

“Por un Segundo”, “Mi Niña Cambió”, “El Desprecio” y “La Boda”, en menos de diez minutos, la agrupación ya clavó cuatro éxitos, cual si fueran flechas de algún Cupido.

Porque Aventura tiene tantos éxitos y tantas ganas de tocarlos que ha elegido un formato bastante peculiar: muchas canciones, pero por pedacitos. Al principio el público se ve desorientado, pero luego parece entender que es la oportunidad de su vida, que probablemente esta sea la última vez que los vean en tarima y que es mejor aprovechar al máximo este momento.

Además, vale la pena recordar que cuatro de sus álbumes los hicieron en menos de diez años y que en un concierto de Aventura los fanáticos no sólo se saben los éxitos, sino canciones que se fueron popularizando entre los amantes de la bachata. Más adelante, Romeo les dedicará su momento. 

“Los Infieles” y “Angelito” provocan que los gritos de las fanáticas vayan “in crescendo”, aunque los hombres también se las saben. Bastan cinco segundos de cualquiera de sus canciones para entender por qué Romeo Santos, Lenny Santos, Henry Santos y Max Santos, pudieron convertir a Aventura en la agrupación de bachata más grande del continente.

Incluso, por qué ahora podría considerárseles como los principales artífices de esparcir este género por el mundo, aun cuando el inmortal Juan Luis Guerra lo haya hecho mucho antes.   

Romeo mueve el trasero de forma desvergonzada, consciente de que su sobrenombre y el hecho detener una voz delicada que se ha vuelto inconfundible dentro de la música latina provocan reacciones sobrehumanas en las presentes. Aprovecha para cantar “Te Invito”, una de sus composiciones más desfachatadas, que tiene frases como “yo te fui muy claro, te dije lo que quiero, en este mundo faltan más personas como yo”.

Luego interpretan “Brindo Con Agua”, una de las nuevas canciones de Aventura, que apareció originalmente en un disco de Henry Santos como solista y que es la primera canción del grupo donde él es la voz protagonista. Una canción donde, fiel a su capacidad de relatar historias, la banda nos lleva a una conversación entre un hombre golpeador presuntamente arrepentido –y ahora abstemio– que se desahoga con un primo.

Siguen más éxitos, son tantos en esta noche que cuesta contarlos y reseñarlos en orden (aunque se intenta): “El Malo”, “El Perdedor”, “Mi Corazoncito”, “Su Veneno” y “Un Beso”.

Los fanáticos de Aventura saben que uno de los momentos más exclusivos de sus conciertos es cuando suben a alguien de él público a cantar “Ella Y Yo”, composición que ya tiene la categoría de clásico y lanzaron hace más de veinte años con Don Omar. Lo curioso es cómo seleccionan al invitado: primero lo ponen a cantar las canciones menos conocidas y, si el hombre da la talla, ahí sí le permiten acompañarlos en el escenario.

El ganador se llama Frederick y a duras penas puede hablar por la emoción, pero sí se las sabe todas y completitas. Se nota que se siente Don Omar por una noche –o quizás siempre se ha visto en la piel del reggaetonero, así que este es su momento de gloria para hacerlo ante miles de fanáticos– y simplemente la rompe.

No será el único fanático invitado. A continuación los artistas aparecen de sorpresa en la mitad del estadio, para que ahora sean las mujeres las invitadas estelares. Serán ellas quienes elijan las canciones. Una chica llamada Laura pide “Yo Quisiera Amarla” y otra de nombre Alexandra, después de ella, sube para cantar “La Tormenta”.

Ya de regreso en la tarima principal, Romeo deja claro por qué ha cortado casi todas las canciones e invita a sus fanáticos a pedir material de su repertorio que no crean que Aventura vaya a cantar en este concierto. “No me vayan a pedir “Obsesión”, que esa no la vamos a hacer esta noche”, bromea.

El show está por terminar, se percibe en el aire. “La Curita”, “Me Voy” y “Volví”, ese exitazo reggaetonero que ayudó a mantenerlos en las listas de la mano de Bad Bunny, también tienen su momento. Canción lanzada en 2021 que también les representó su entrada más alta en el chart de Billboard, donde alcanzaron el puesto número 22 del Hot 100 (“Ella Y Yo”, por ejemplo, llegó hasta el 97).

Se apaga el escenario, los músicos se retiran momentáneamente y todo el estadio empieza a gritar “Obsesión”. Podrás ser muy Romeo Santos, pero parece hermano que si no interpretas esa canción no te van a dejar salir del predio hasta la madrugada.

El galante cantante saluda: “Hello. Shh. Sólo escucha” y arranca con el comienzo más esperado de la noche, que paradójicamente también representa el final. A no ser que esta gira les haya hecho replantearse su papel en la música latina y tomar la decisión de seguir "cerrando ciclos".