
Se dice que meses antes de esta presentación, Serj Tankian, cantante de System Of A Down, le habría dicho a sus compañeros que podían continuar la banda sin él, que todo bien, que no había problema. Más allá de la veracidad de la anécdota, nos remite a un detalle puntual: que para él System Of A Down es mucho más que una banda de rock.
Tankian, un músico nacido en el Líbano, quien llegó con sus padres – de nacionalidad armenia – a Estados Unidos con siete años de edad y huyendo de la guerra de su país, siempre ha sido más un activista que un intérprete. Además de músico y multiinstrumentista se ha desempeñado como escritor, poeta, productor y hasta ha incursionado en el cine.
Pero Tankian, miembro de Axis Of Justice, una ONG creada por Tom Morello de Rage Against The Machine, conecta todo lo que hace con su activismo, y esa sería la razón por la que los fanáticos de System Of A Down hemos tenido que esperar. Sus discos como solista han profundizado esta línea. Por ejemplo, para su debut Elect The Dead de 2007, uno de los videos representaba los conflictos armados – después de la caída de las Torres Gemelas – escenificados por niños dentro de una juguetería.
También se ha hablado de diferencias ideológicas entre algunos de sus integrantes, lo que hace más difícil conectar los ideales de una agrupación que siempre ha funcionado como un vehículo de denuncia del genocidio armenio y se ha opuesto a todo tipo de violencia.
Las últimas canciones que la agrupación ha presentado hasta la fecha salieron en plena pandemia, las primeras en quince años: “Genocidal Humanoidz” y “Protect The Land”, que no faltaron anoche. ¿La razón? Azerbaiyán estaba invadiendo Armenia y una región llamada Artsaj, que en la actualidad se considera un estado desaparecido, así que la agrupación dejó de lado sus diferencias para alzar la voz. Todas las ganancias fueron destinadas a la gente de Armenia.
Cinco años más tarde tuvimos a System Of A Down en Bogotá, sin nuevos discos, sin nuevas canciones y con un sold out en el que vendieron más de 40.000 boletas en sólo dos días. El concierto de rock más importante del año, por lo menos por ahora, y un momento histórico, dentro de la industria musical colombiana.

El muy esperado concierto de System Of A Down en Bogotá
Si bien amamos los discos de Serj Tankian como solista, por fortuna esta también era la oportunidad de ver al irreverente guitarrista Daron Malakian, al incansable bajista Shavo Odadjian y al siempre preciso baterista John Dolmayan. Ahora, por fin, después de años, la banda vuelve a estar completa.
Este 24 de abril también coincidió con el aniversario número 110 del genocidio armenio, por lo que el concierto arrancó con “Der Voghormia”, una canción tradicional que suele cantarse antes de recibir la comunión y que Tankian había interpretado en el pasado, así como con la banda pronunciandose sobre la fecha. Del repertorio de System Of A Down, las primeras en sonar fueron “Attack”, “Prison Song”, “Violent Pornography” y el primer éxito de la noche, “Aerials”.
Una constante en el concierto será que la banda hablará poco, como si fuera una declaración de principios, al entender que sus letras son tan directas que no hace falta adornarlas. La única excepción serán algunas intervenciones de Daron Malakian, quien aparecerá ocasionalmente para decir alguna que otra vulgaridad, en un ánimo de hacernos reír.

Por ahí sonarán “Suite-Pee” – una de las canciones con la que muchos conocieron a System Of A Down, debido a que es el track No.1 del primer disco – “A.D.D.” – que no era interpretada desde 2018 – y “Needles”. Malakian la presenta con una de sus ocurrencias: “A veces también cantamos sobre cosas como sacarnos el tapón…”. Ningún fanático necesita que esa frase sea completada.
Otra constante es que la agrupación tocará algunos temas mucho más rápido que en sus versiones originales, lo que podría tener como motivo que, en un show que contó con 33 canciones, para System Of A Down resultara fundamental dejar contentos a fanáticos que probablemente nunca los vuelvan a ver en tarima. También, puede estar relacionado con que al tocar prefieran hacer setlists muy largos, para entregar la mayor cantidad de mensajes posibles.
Momento de escuchar uno de sus éxitos, que tiene una de las frases más brutales que han pronunciado en su trayectoria: “¿Por qué siempre mandan a los pobres?”, parte de “BYOB” (acrónimo en inglés para Trae Tus Propias Bombas), que puede interpretarse tanto como una declaración antiguerra, como una metáfora de la desigualdad económica contemporánea. Por cierto, también es el tema que más alto ha charteado en el Hot 100 de Billboard, puesto No. 27.
Malakian no sólo dice tonterías divertidas, sino que también toca frenéticamente una guitarra que podría considerarse un integrante adicional de System Of A Down, mientras suenan “Radio/Video” y “Bubbles”. Luego llega el momento de canciones más tranquilas como “Hypnotize” y “ATWA” (Air Trees Water Animals), nombrada así a partir de un movimiento ambientalista que cuenta con miles de seguidores en diferentes partes del mundo.

Canciones como “Suggestions”, “Psycho” o la esperada “Chop Suey!” nos recuerdan que Tankian no solo grita chévere y tiene una gran capacidad de cantar de forma lírica – está considerado como barítono lírico –, sino que también tiene un gran talento para hacer diferentes voces y jugar constantemente con sus habilidades de cantante.
Parece que estar en Bogotá, a 2600 metros sobre el nivel del mar, a ratos también lo afecta, pero eso solo hace que tenga que esforzarse menos en algunas canciones, porque cuando tiene que romperla lo logra sin complicaciones.
El show se aproxima al final, pero todavía faltan algunas sorpresas como “Marmalade”, un tema no incluido en ningún álbum, que alguna vez apareció en un sencillo y “Streamline”, que originalmente salió en la banda sonora de la película El Rey Scorpion, pero luego terminó haciendo parte del Steal This Album! Que a diferencia de lo que muchos fanáticos piensan, no es un álbum, sino un compilado de rarezas que les filtraron en internet con otros nombres. Es probable que el nombre del disco en realidad venga de ahí.

Para “Protect The Land” los fanáticos iluminan las graderías con los colores rojo, azul y amarillo. No, no es que el de las visuales se haya equivocado y lo vayan a echar esta mañana, sino que los colores de la bandera Armenia son los mismos de la de Colombia, pero puestos a la inversa. El bajista Shavo Odadjian aparece con una ruana con nuestros colores patrios, que seguramente ahora podrá presumir a sus amigos como si fuera una ruana con los colores de su propia patria.
El show llega al final, el cierre es con los dos megaéxitos que faltaban: “Toxicity” – puesto No. 70 en el Hot 100 – y “Sugar”. No hay canciones sorpresa, ni amagues del tipo “nos vamos, pero ya no”, pero el show que ya supera las dos horas nos deja a los fanáticos completos. Cuando System Of A Down, por fin, dé el adiós definitivo, lo que parece que ocurrirá al terminar esta gira, por lo menos nos quedaremos con la tranquilidad de haberlos visto en El Campín repasando absolutamente toda su discografía.