
De Movimientos Para Soltar El Alma de Oh’laville ya se han revelado tres sencillos llamados “Las Olas”, “Tantos Universos” y “Gravedad”, que son muy diferentes entre sí. Mientras el primer corte, recuerda a las baladas más calmas de Zoe o Catupecu Machu, el segundo tema es bien rockero y experimental, mientras que el tercero se siente como una balada pop con guitarras eléctricas.
Esa amalgama entre el pop y el rock la vienen trabajando desde hace años. En parte la han conseguido porque todos los discos los han hecho con un múltiple ganador de Latin Grammy –también nominado a los Grammy anglo– llamado Kiko Castro, con quien por casualidades de la vida han trabajado en todos sus álbumes.
Ahora no sólo presentarán un disco que funciona como testimonio de su evolución sonora, sino que lo acompañarán de un show único en el Estéreo Picnic. Seguramente cualquier artista quisiera pensar que su espectáculo en vivo no tiene comparación, pero es que en el caso de Oh’laville han trabajado por meses en el concepto. Se llamará Rojo Continuo, tendrá visuales y luces de dicho color, y será una descarga de rock de 45 minutos sin pausas. O casi.
Por Billboard Colombia pasó su cantante Mateo París, quien nos ayudó a entender mejor todo lo que viene en camino y cómo fue que Oh’laville se convirtió en los últimos años en una de las principales agrupaciones de rock de la escena nacional y en un actor recurrente en importantes festivales de Colombia y el continente.
Ustedes hacen parte de la última generación de bandas de rock que pudo sonar en radios en la ciudad, pocos años antes de que cambiaran las formas de difusión y se abrieran otras posibilidades. ¿Qué fue lo que hicieron tan bien para llegar a este punto con 15 años de trayectoria?
Lo primero que hemos hecho bien es ser amigos desde muy pequeños, el sólo hecho de juntarse a hacer música es la mitad del camino y yo creo que hubo un momento muy particular, en el que comenzó a haber una conciencia de escribir canciones buscando que no sólo reflejaran nuestros gustos sino que fueran muy redondas. Me acuerdo que cuando publicamos canciones con esa intención de que fueran muy completas comenzaron a sonar en radio y a tirar algunos muros que teníamos desde antes.
¿Cómo le explicarías a una persona que no conoce Oh’laville, a qué suena la banda? ¿Cómo les generarías esa intriga por escucharlos?
Yo hablaría mucho de lo poderoso que es el show nuestro en vivo, de que somos de esas bandas que uno siente que estremecen el cuerpo, pero con la melodía que nos hace destacar. De que somos una banda de esas que ensayaron en un cuartico durante años y les hablaría de ese poder que se gesta y esa química, y eso mezclado con el enfoque melódico que hemos tenido.
Hablemos de Movimientos Para Soltar El Alma, un disco producido por Kiko Castro, quien ha trabajado con Carlos Vives, Fonseca o ChocQuibTown, pero también con ustedes desde su primer disco. ¿Cómo es hacer rock con él y hacerlo de forma muy libre?
Con él hicimos un click muy particular, porque de hecho él es ingeniero de sonido y en el primer disco de hecho trabajó en esta parte, por recomendación de mi tío que es el músico Chucho Merchán. Pero cuando nos metimos con él al estudio hicimos click, porque aunque él trabaja con todos estos personajes del pop es muy rockero tanto en sus gustos como sus referentes. Él se ha convertido en un aportante al arte de Oh’laville, lejos de ser simplemente la persona que mezcla o pone micrófonos.
¿Puede haberse fortalecido una conexión con el mundo del pop? Pienso incluso en otras bandas de rock colombiano que se han ido más por esta línea, sin siquiera tener un productor de estas características.
Total. Creo que lo que nos ha traído es que nosotros no somos puristas dentro del rock y somos muy abiertos a negociar con esas reglas que suelen ser más propias del pop, por ejemplo, que Kiko diga ‘yo creo que este es el single, ayudemos a la voz’.
Pienso también en bandas colombianas que han hecho ese camino al pop de una forma más directa, pero que al escuchar canciones nuevas de ustedes como “Tantos Universos” eso no parece ser una opción.
Si, pero van a ver que en el álbum hay otras exploraciones que se van más hacia el pop, que es algo que viene desde Aurora, el disco pasado. Somos una banda de rock, pero también exploramos con el pop y no nos molesta esa ambigüedad.
¿”En el Mar” es una canción de pop? Me gustaría entender cómo fue el proceso de hacerla y con un músico como Juan Pablo Vega que también ha trabajado mucho con artistas mainstream.
Esa canción se volvió más rock en el proceso de producción y desde ahí sentimos que estaba hecha para Juan Pablo, también que si una canción va para un lado es chévere acompañarla hasta allá. A mi me gusta compararla con ese sonido que tiene Queens Of The Stone Age en sus canciones más poperas como “I Sat By The Ocean”, que es toda rítmica y Oh’laville tiene como toda esa onda. Siento que quedó ahí como entre dos mundos.

Mencionaste QOTSA, que me parece una influencia bien adecuada, sobre todo por los discos posteriores a Songs For The Deaf. ¿Qué otros artistas podríamos conectar con el sonido de Oh’laville?
Gustavo Adrián Cerati también, un montón, en eso que te contaba de las canciones y las melodías. A Radiohead, que supongo que todo el mundo dice lo mismo. Esa exploración electrónica de OK Computer o In Rainbows, que sólo ellos hacen con elementos acústicos. Antes fue mucho Robi Draco.
Si bien no puedes hablar de los invitados del disco, sí podrías contarnos algo para imaginar el nivel que van a tener.
Primero… son bandas, creo que es bonito eso de lograr hacer featurings con bandas y no sólo con los cantantes, que suele ser lo más fácil. Bandas latinoamericanas que hemos conocido un poco en el camino, con quienes hemos hecho lazos y tienen un nivel tremendo.
Va a ser su tercera vez en Estéreo Picnic, nueve años más maduros y con canciones que dan fe de dicho proceso. ¿Qué lecciones aplicables han aprendido en este camino dentro del festival?
De la primera edición a la segunda fue muy claro, naturalmente llegamos muy inmaduros, por ejemplo entonces ni siquiera teníamos un stage manager, la persona que nos defiende a nosotros en la tarima. Esa es la parte más importante, el equipo que uno tiene que tener, que es quien comunica y defiende la banda frente al festival. Esa tensión es la que hace que las cosas pasen. Así que para la segunda versión mejoramos en eso.
Además, siempre nos ha tocado en la tarima grande. Así que creo que el aprendizaje para esta tercera ocasión va a ser cómo aprender a manejar un espacio tan grande. Creo que el manejo de ese espectáculo es muy particular, hay que diseñar un stage plot donde nosotros estemos más cerca del público. Por ejemplo, en la segunda ocasión nos pasó que estábamos apenas a 10 metros del siguiente músico y eso para una banda de rock, que depende tanto de la interacción de los integrantes, es todo un tema.
Para finalizar, me gustaría entender el concepto de este concierto en el Estéreo Picnic que llamarán Rojo Continuo.
Literalmente va a ser un show cien por ciento rojo, desde las visuales, las luces, entonces eso va a ser particular y continuo porque no vamos a parar. 45 minutos de música y sin parar por una razón especial, que hay que entender qué es un show de un festival, quienes lo están viendo a uno y cual es el plan de las personas que van a estar allí. Es una cosa si se quiere mucho más ambiental, en este show importa eso más que las canciones que toquemos. Vamos a tocar algunos temas nuevos y a tener un desarrollo en ese sentido. Hablaremos muy poco, encima de las canciones, igual no somos una banda de hablar mucho, nunca lo hemos sido.