Siempre vigente en el Caribe y con tiempos de mayor y menor gloria en el resto del país, el género de acordeones tiene prometedores talentos que sacan la cara por su historia.
Aunque en la mayor parte de nuestro país parezcan mandar el reggaetón, el popular y el regional mexicano, la música vallenata nunca ha dejado de ser la “Diosa Coronada” del Caribe colombiano. Por ejemplo, a finales de septiembre, Churo Díaz llenó el mítico Parque de la Leyenda Vallenata de Valledupar y el gentío fue tal, que no basta con hablar de quienes agotaron la boletería. Lo correcto sería decir que el cantante reunió, dentro y fuera del lugar, alrededor de 30.000 personas.
En su show cantó vallenatos y champetas, con temas que, según los más puristas, suenan más a la fusión de Carlos Vives que a las raíces del género que ha sido tan importante para formar la identidad de los costeños. Pero son esas canciones como “El Fuete” o “Estamos Mejor”, que podrían considerarse más pop que el resto de su repertorio, las que más impacto han tenido en plataformas como Spotify o YouTube.
El guajiro Churo Díaz es el Blue Label de los cantantes contemporáneos de vallenato. Tal vez no sea el mejor, pero compite por serlo y fue hecho bajo los mejores estándares de calidad. Tiene los genes de Leandro Díaz, quien era su pariente lejano y es recordado por haber sido el compositor de “El Mal Herido”, “Matilde Lina” o “Diosa Coronada”, que por fuera de Colombia muchos conocieron por la versión de Carlos Vives.
Silvestre Dangond, uno de los artistas más exitosos en la historia del vallenato, quien además estuvo 20 semanas en el top Hot Latin Songs de Billboard por su canción “Cásate Conmigo”, se ha referido a él como “el cantante de los cantantes”, como si fuera una especie de Héctor Lavoe que creció entre acordeones.
El concierto de Churo Díaz fue una celebración de sus primeros 20 años de carrera, en un recinto que también han llenado Silvestre Dangond, Ana Del Castillo, Peter Manjarrés y dos de los hijos de Diomedes Díaz: el fallecido Martín Elías y el ahora ascendente Elder Dayán.
El renacimiento de la dinastía de Diomedes Díaz
De la misma manera que nunca va a existir otro Maradona, tampoco vamos a tener un nuevo Diomedes Díaz. Aún así, sería injusto negar el veloz crecimiento que tuvo El Gran Martín Elías antes de fallecer en un accidente de carretera y que dentro de su familia parece que sólo podría ser igualado o superado por su hermano Elder Dayán. Artífice de éxitos como “Reina Guajira”, “Amantes” o “Modo Avión”, que suenan a lo largo del territorio colombiano.
Elder Dayán también tiene dos décadas de carrera, bueno, en realidad las cumplirá muy pronto. Su primer disco salió en 2006, Ya Llegó, le sirvió como carta de presentación en un género musical donde, se lo merezca o no, eternamente va a ser comparado con su padre. Él lo ha entendido y no ha luchado para evitarlo, sino que en sus conciertos suele cantar clásicos diomedistas como “No Comprendo”, “Que Hubo Linda” o “Gracias Por Quererla”.
No sólo se ha destacado por su talento, por tener una voz que tiene reminiscencias a la de Diomedes o por haber hecho grandes canciones, sino que además ha trabajado con varios de los acordeoneros más grandes del género: Rolando Ochoa y Lucas Dangond, quien todavía lo acompaña, entre otros.
Precisamente con Lucas acaba de presentar su nuevo álbum llamado EL CANTOR, que entre las diecinueve canciones tiene composiciones de Diomedes, Chiche Maestre, Felipe Peláez, Wilfran Castillo u Omar Geles, quien por casualidades de la vida le envió una canción llamada "El Picantico" tan sólo tres días antes de su muerte. El disco también incluye "Confieso", uno de los mayores éxitos de la artista pop puertorriqueña Kany García, que ahora en versión vallenata seguramente se convertirá en un infaltable en bares y discotecas colombianas.
Elder Dayán no es el único hijo de Diomedes Díaz que canta, Rafael Santos y Diomedes Dionisio también han sido muy constantes en sus carreras, además Marialex y Miguel Ángel, quien pasó sus últimos meses en una unidad de cuidados intensivos, han lanzado canciones.
De cerca, su sobrino Martín Elías Jr. (nieto de Diomedes) les sigue los pasos, quien –aunque ha publicado pocas canciones, como un homenaje al Cacique de la Junta llamado “18 de Junio” y lanzó hace meses “La Reina de Cartagena”– ha dicho en entrevistas que no pretende vivir solamente de la fortuna de su padre y su abuelo. Sino que incluso comenzó una carrera universitaria, de comunicación social y periodismo, para desarrollarse en todos los frentes.
Otras promesas que podrían triunfar a nivel nacional e internacional
En 2024, también se hizo muy popular la estrella ascendente Mono Zabaleta, un primo del Beto Zabaleta (integrante de Los Betos e intérprete de “La Gemela” o “La Mitad De Mi Vida”) que viralizó en TikTok –bailecito incluido– la canción “El Secuestro”. Éxito que no puede entenderse sin el video en el que baila Mane Díaz, padre del futbolista Lucho Díaz y víctima de rapto a fines del año pasado, quien además terminó como protagonista del video oficial.
También hay talentosas mujeres que sacan la cara por el vallenato, en medio de un género donde las estrellas femeninas han sido poco frecuentes y ahora Karen Lizarazo y Ana del Castillo son las más relevantes. Esta última, intérprete de “Ay Ay Ay” o “La Cachera”, es la única cantante que ha llenado el Parque de la Leyenda Vallenata, que también colapsó con el lanzamiento del último disco de Silvestre Dangond.
El éxito de Ana Del Castillo se puede entender desde muchos frentes que van más allá de su virtuosismo: su padre fue cantante de ópera, comenzó en un reality infantil, ha sabido aprovechar a su favor las polémicas con las que suelen vincularla, exhibe sensualidad en redes sociales y dice exactamente lo que piensa. Como si estas últimas dos cualidades hicieran parte de una personalidad que la artista no está dispuesta a negociar.
La otra estrella “ascendente”, a la que Billboard Colombia propone que no le pierdas el foco, es Rafa Pérez. El exintegrante de Grupo Kvrass que, con éxitos como “Dele Que Dele” o “Ella Es La Que Manda”, que grabó con Omar Geles, el fundador de Los Diablitos y compositor de más de 900 canciones publicadas de vallenato, se ha colado sutilmente en las radios de diferentes partes del país.
Una de sus principales particularidades es que muchos de sus álbumes los ha grabado en concierto, una estrategia que –en otro género– también ha sido aplicada por Luis Alfonso, quien es en este momento uno de los artistas de música popular colombiana que más suena en todo el país.
Para concluir sería justo decir que todos los caminos vuelven a Silvestre Dangond, la máxima estrella del vallenato tradicional, quien al igual que Carlos Vives (o Adriana Lucía) ha entendido la importancia de realizar fusiones. Una estrategia que hasta el propio Omar Geles aplaudió en vida, porque según él, sin “La Gota Fría” el vallenato no habría llegado a varios escenarios internacionales, que hasta ese momento no se habían podido alcanzar sólo a punta de composiciones clásicas.
Silvestre Dangond no sólo acaba de presentar su álbum ‘TA MALO, que le ha servido para recuperar el cariño de los fanáticos más tradicionales, sino que en los últimos meses lanzó “Tú o Yo” en compañía de Carlos Vives y dio muestras en redes del potencial hit que prepara estrenar pronto con Karol G.
Así le recuerda tanto a sus fanáticos como a sus competidores que, ya sea con un sonido clásico o por medio de fusiones con las tendencias del momento, estamos en uno de los mejores momentos de la historia para el género que siempre ha encontrado la forma de mantenerse vigente dentro de la música colombiana.
Porque el vallenato podría ser considerado como un género que tiene muchas vidas, como un felino de la música colombiana, y es probable que en este artículo estén varios de los referentes que –al igual que Carlos Vives o Silvestre Dangond– lograrán que, con el paso de los años, llegue a los rincones más recónditos del planeta.