Meses atrás, durante un panel de música popular colombiana en la Billboard Latin Music Week, Yeison Jimenéz dio una opinión personal, que podría ser fundamental para explicar este fenómeno ascendente a personas de otros países y su relación con los géneros mexicanos como la ranchera o el corrido que lo apalancan: “Yo he venido acuñando el término regional colombiano, porque para mí es música que viene tanto del regional mexicano, como de mi país”.

Yeison Jiménez tiene claro que lo que se está haciendo ahora en Colombia tiene un poco de Darío Gómez, pero también de Vicente Fernández y que viene impulsado tanto por Peso Pluma como Pipe Bueno.

El intérprete de “Recostada en la Cama” o “Guaro”, quien también estuvo presente en el mismo panel y en julio anunció la firma de un contrato histórico con Warner Music Latina, para hacer un disco con pesos pesados del regional mexicano, que lanzará muy pronto.

En Colombia, la denominada música popular comenzó hace cinco décadas, con muchos exponentes que ahora son íconos nacionales y entre los que Darío Gómez, El Charrito Negro o Luis Alberto Posada pueden funcionar como buen punto de partida y que –salvo el primero, que falleció hace dos años– siguen vigentes, y se presentan en pueblos y ciudades de todo el país.

Pero hace unos 15 años apareció un adolescente caribonito, que cantaba de forma impecable y sonaba mucho más pop que cualquiera de los demás referentes similares que Colombia había conocido hasta la fecha.

Y aunque las comparaciones no siempre son ideales, seguramente a Pipe Bueno le agradaría esta: parecía un Maluma de la música popular, incluso al poco tiempo grabaría con él “La Invitación” y se harían grandes amigos.

El camino de la nueva generación de la música popular colombiana

En 2008, el año en que comenzó Pipe Bueno, también apareció uno de los mayores éxitos de la carrera de Giovanny Ayala, “De Rodillas te Pido”, otro palazo que ayudó a abrir camino para nuevas generaciones de cantantes. En ese entonces, el artista tenía 32 años, así que no era precisamente un jovencito, pero sí mucho menor que los pesos pesados de la música popular que llevaban décadas en las cantinas de todo el territorio nacional.

Las canciones de ambos, principalmente de Pipe Bueno –porque en sus primeros años tuvo muchos éxitos radiales y por su astucia por relacionarse con la farándula nacional–, le sirvieron a artistas como Yeison Jiménez, Paola Jara y, años más tarde, Luis Alfonso (también invitados en el panel de Billboard), para que su proceso fuera un poco más fácil. También a otros exponentes como Jessi Uribe, Alzate o incluso Jhonny Rivera, quienes ese día no estaban presentes.

En este punto es importante explicar que Jhonny Rivera es una especie de bisagra musical que conecta a los íconos de antaño con los referentes actuales. El pereirano había comenzado su carrera cuatro años antes que Pipe Bueno, pero con un sonido menos pop, que desde los inicios lo hizo parecer más cercano a los artistas clásicos que a la nueva generación naciente.

Entre sus primeras canciones están clásicos de la música popular como “El Dolor De Una Partida” o “Empecemos De Cero”, pero el éxito del artista se multiplicará considerablemente cuando empiece a experimentar con la música tropical.

Ahora, con dos décadas de trayectoria artística, tiene varios de sus temas más bailables como “El Pegao”, “Mejor Solito” o “Ser Colombiano es un Lujo” en las fiestas de todos los diciembres.

¿El término música popular también aplicará para estas canciones más bailables y acaso Grupo Frontera podría llegar a considerarse una banda de regional mexicano? Son preguntas que, así estén erradas, pueden ser pertinentes.

El primero en replicar el impacto de Pipe Bueno fue Jessi Uribe, hijo de un cantante de mariachi y a quien Colombia conoció por un reality llamado La Voz: “Repitela” (2015) es hasta la actualidad una de las canciones más pedidas de su repertorio. Dos años más tarde presentó “Dulce Pecado”, que no sólo multiplicó su éxito, sino que actualmente es la canción más reproducida en YouTube de música popular colombiana (500 millones de vistas).

Solamente superada por la canción de Maluma con Carin León ("Según quién"), que también podría entrar en debate de si pertenece o no a este género y que alcanzó el número 1 tanto en el ranking Latin Airplay, como en el Regional Mexican Airplay de Billboard.

Yeison Jiménez, contemporáneo a Jessi Uribe, hizo un camino similar y fiel a la conclusión del primer párrafo lanzó en 2018 su éxito “Aventurero”, fuertemente influenciado por la música mexicana. No fue su primer éxito, pero sí una canción que marcó un cambio en su sonido y demostró que el artista estaba muy pendiente del panorama internacional.

También es importante mencionar a Paola Jara, quien aunque no es la única mujer del género (también son importantes Francy y Arelis Henao, a quien hasta novela le han hecho), sí es la que ha tenido más impacto internacional con canciones como “Murió El Amor” o “Cómo Si Nada”, su mayor éxito en compañía de su ahora esposo Jessi Uribe.

El éxito de Paola Jara no es fácil de explicar, porque reúne muchos factores. Aunque uno de los primeros detalles que saltan a la vista sea que ella es una mujer atractiva, también es necesario remarcar su astucia para utilizar elementos visuales de los videos de música pop (es probable que su video de “Mientes” fuera el primero donde incorporó, o profundizó, esta técnica).

A estos detalles se suma el trabajo constante, su expansión internacional con conciertos fuera de Colombia, como la gira por Estados Unidos que hizo en 2024, y su faceta de influencer/empresaria que ha desarrollado en sus redes.

Entonces, ¿música popular o regional colombiano?

Aunque todo Colombiano entienda el término “música popular”, este tiende a volverse confuso cuando se intenta explicar a personas de otros países. Precisamente en la charla, Yeison Jiménez dice que a él le ha funcionado hablar de que él hace “regional colombiano”, para poder resumir su sonido de forma más práctica.

La idea, que podría considerarse también como una negación del término que popularizó el género, sería muy útil para abrir puertas a nivel internacional. Puertas que incluso podrían beneficiar a íconos vivos, como El Charrito Negro o Luis Alberto Posada.

Hablar de la música regional como un solo género, sobre todo teniendo en cuenta las colaboraciones ya existentes entre pares como Espinosa Paz con Jhonny Rivera o Paola Jara con la Chiquis Rivera (hija de la fallecida Jenni Rivera), podría llevar a la música popular de ambos países a una era dorada sin precedentes, con similitudes a la que hace años vivió el reggaetón de Colombia y Puerto Rico cuando estrellas de ambos países se impulsaron mutuamente.

De cerca, Luis Alfonso mira y aprende, pero también “contraataca” con colaboraciones con mexicanos como Tony Aguirre –compositor de años muy respetado en los corridos que últimamente ha lanzado canciones con Peso Pluma, Xavi, entre otros– o colombianos como Yeison Jiménez o Paola Jara.

En este contexto es que saldrá el nuevo álbum de Pipe Bueno, su primer trabajo con Warner Music Latina, orientado desde Los Ángeles y con la participación de los pesos pesados de la música mexicana como Gerardo Coronel (famoso por su participación en “Qué onda perdida” de Grupo Firme).

También, mezclando electrónica con “música popular” colombiana en "Chismofilia" y hasta con una canción ("Tequila Con Cerveza") con Blessd. A quien sacó del reggaetón y lo puso a hacer sus "electrocorridos contentosos", que es la forma cómo él ha llamado a su música. Porque Luis Alfonso parece tener claro que para él la innovación y la autopromoción van de la mano.

¿Acaso estamos, guardando las respectivas proporciones, ante el nacimiento del Peso Pluma colombiano?