
Su nombre de artista es Luis Eduardo Acústico, pero su show está lleno de beats y sonidos de consola. Lo que ocurre es que la guitarra acústica, esa que el músico chocoano desde hace años se lleva al baño para hacer sus improvisaciones, siempre será el componente esencial de su proyecto.
Luis Eduardo Gutiérrez Hurtado tiene raíces musicales, su padre es uno de los integrantes de Grupo Saboreo, los de aquel éxito “La Vamo A Tumbar” que no falta en ningún diciembre. Nació en Condoto, pero luego, gracias a su madre, se fue a estudiar Ingeniería de Sistemas a Quibdó (ambos, municipios del Chocó).
“Mi madre vendía bolsitas con platanitos a 1.000 pesos, para pagarme la universidad a cuotas”, recuerda.
Ahí fue cuando le llegó el “cheque choco”, el canto con el que comienza su mayor éxito llamado “Fiesta Acústica”, que actualmente acumula millones de reproducciones en redes sociales y, según él, le cambió la vida. Principalmente, porque fue la canción con la que logró que su madre, por fin, pudiera dejar de trabajar.
Los dos términos “cheque” y “choco” son inventados, la canción está hecha en un estilo de música urbana creado en el Chocó que se conoce como ritmo exótico, donde una de sus principales características es la invención de palabras, que (“no están en la RAE”, remarca) son pronunciadas pensando más en la sonoridad que en el significado.
“Es lo más juguetón del mundo, no hay que encontrarle sentido, porque en realidad lo que tiene es solo sabrosura”, explica Luis Eduardo Acústico, sobre este sonido “exótico” que también podría considerarse una rama de los afrobeats o como un afrobeat colombiano. “No te lo puedo explicar, viene del Chocó y es muy marcado, tienes que ir allá y vivirlo”, agrega.
“Fiesta Acústica” es una canción que hizo a petición de un DJ de Medellín, quien quería que le mandara algo que tuviera potencial de viralidad. Cuando Luis Eduardo por fin tuvo el tema se lo mandó vía WhatsApp y la canción, que todavía no tenía su versión final, explotó en TikTok, y fue compartida por influencers del Pacífico colombiano. Otras figuras públicas, como la barranquillera Andrea Valdiri, también se enamoraron de ella y le dieron su empujón.
Actualmente, un concierto de Luis Eduardo Acústico no solo se compone de su mayor éxito, sino de su particular versión de la samba “Magalenha” o de canciones como “No Avanzan” o “Exótico Pal Mundo”, en las que participó para el debut solista de su amigo Tostao. A quien la mayoría conocimos por ChocQuibTown, la primera agrupación “urbana” de la región que le abrió las puertas a los músicos de Chocó y zonas aledañas.
También de canciones de afrobeats, en el sentido más convencional, más ligadas a los sonidos de afropop que han explorado artistas como Rema o Aya Nakamura, y que en Colombia también han sido interpretados por Jossman, Hamilton, Beéle o Kapo.
En esa línea presentó hace semanas su afrobeat “WAIO”, aunque reconoce que es momento de regresar a hacer canciones de “exótico”, que suenen más cercanas a otros éxitos suyos como “Friky Mory”, “Agua e Calzón” o a aquella maravillosa “Fiesta Acústica” que, en el momento menos pensado, les cambió la vida, tanto a él como a su familia.