
Yeri Cruz Varela, mejor conocida como Yeri Mua, ha trascendido de ser una influencer mexicana a convertirse en una de las artistas más relevantes del movimiento ahora conocido como “reggaetón mexa”. Originaria de Veracruz, su trayectoria comenzó en 2018 cuando publicó su primer video de maquillaje en Instagram, lo que rápidamente la catapultó a la fama en redes sociales. Hoy, con más de 12 millones de seguidores en Instagram y más de 27 millones en TikTok, Yeri ha demostrado que su talento va mucho más allá de los tutoriales de belleza.
En agosto de 2023, debutó en la música con el lanzamiento de su primer sencillo, «Chupón», que marcó su entrada oficial en la escena reggaetonera. Ahora, con su primer álbum, De Chava, la cantante sigue ganando admiradores mientras que busca posicionarse como una de las voces más innovadoras del género con un proyecto que recoge varios de los hits que ha adquirido en su carrera.
A propósito de su gira Traka Tour LATAM, que la llevará a Colombia el próximo 27 de junio, en Billboard Colombia charlamos con Yeri Mua sobre su experiencia como compositora, su evolución dentro de la música y cómo ha logrado conectar con un público que la sigue con entusiasmo en cada paso de su carrera.
Además, aprovechamos para ella nos explicará su proceso creativo, nos hablara de las colaboraciones que le ayudaron a definir el disco y las anécdotas que actualmente marcan su camino hasta el estrellato.
El pasado 15 de mayo se estrenó De Chava, el álbum debut con el que comienzas a abrirte campo en la industria musical. Cuéntanos ¿cómo surgió la idea?
Bueno, ya hay unas que tienen un año de vida ahí. Yo quise recopilar las canciones que más me gustan y también las que más hacían sentido para el álbum, y las metimos todas. O sea, todas las canciones que yo decía son De Chava iban en De Chava. Realmente hay canciones que vienen trabajadas desde hace tres meses, un año.
Mirando los créditos de las canciones del álbum tú apareces como compositora en varias de ellas ¿Cómo es tu proceso de composición? ¿Trabajas sola o desarrollas tus ideas con alguien más?
Yo soy una persona que si no tengo adrenalina no siento tanto la música, entonces casi siempre tengo que tener una emoción, un sentimiento. Tengo que estar o con el corazón roto, enamorada, emocionada. O algo tengo que tener para poder inspirarme.
En el momento de la composición igual, en este álbum me sirvió mucho el haber tenido una relación un poquito tétrica, porque me inspiró a muchas cosas y también mi ex tuvo que ver con mi proceso creativo en el que me fui convirtiendo en compositora. La forma en la que me enamoré de la música también fue a través de él, pero también aprendí a expresarme, a cómo transformar este pensamiento en una canción, y eso es algo que me funciona bastante.
Casi siempre las canciones que hago están basadas en cosas que he vivido. Agarro una historia, un sentimiento y de ahí he sacado mis mejores escrituras y canciones. La gente se puede dar cuenta si estoy triste sin siquiera decirlo, han aprendido tanto a leerme, a escucharme, porque soy una mujer que cero se calla. Soy cero misteriosa, soy alguien que nunca se va a callar algo, si algo me duele, si algo me pica, si algo me molesta, siempre lo diré, e igual si algo me hace feliz también. No tengo miedo de gritar a los cuatro vientos, pero sí que hay gente que eso (su actitud) le da miedo.
¿Cómo sientes que tu público ha recibido esta actitud en tu música?
Hay gente que no está acostumbrada a que haya mujeres tan libres, me han llegado a decir, “es que tienes energía masculina”, pero yo creo que es porque me ven a hacer lo que los masculinos hacen. A mí me vale madres, en absoluto, lo puedo gritar a los cuatro vientos y me encanta esa libertad, y esas ganas de comerme al mundo. Creo que es lo que atrapa mucho a la gente.
En proyectos previos como «Ojitos Chiquititos» habías trabajado con el productor colombiano La Loquera ¿Cómo ha sido el proceso creativo a su lado?
Él es un chavo muy talentoso, no le tiene miedo experimentar por todos lados y eso fue algo que me hizo conectar, porque cuando un productor no tiene miedo a ponerte música de la que sea, ya estás un paso adelante.
Si de repente quiero hacer un merengue triste, él jala. Y eso como artista te hace sentir como que este güey está para todas mis facetas: triste, feliz, zorra, enojada, lo que yo necesite. Entonces, desde ahí ya había mucha confianza. Luego nos invitó a estar en Colombia donde grabamos “Croketita” y “Ojitos Chiquititos”, aunque en esas no participé tanto en la escritura si les expliqué al productor y los escritores mi idea, lo que me gustaría decir para que al final sea una canción que lleve un mensaje que yo sí quiera decir. Fue muy cálido, aparte Colombia es un país muy hermano.
Para el álbum con él hicimos “Salida de Chicas”. Una canción que es de hyperpop, justo, otro género que es distinto, pero es una canción muy De Chava. O sea, yo creo que es la canción que escucharía con mi amiga, en la camioneta, para sentirte girly y vibrar alto. Esa es la canción.
Hace poco terminaste el tramo norteamericano del TRAKA TOUR, compártenos un poco de la experiencia y lo que tienes preparado para el tramo latinoamericano
Mi gira por Estados Unidos fue increíble. Creo que me preparé mucho para lo que estoy viviendo ahora en mi gira por Latinoamérica. Ahora que estuve en mis primeras ciudades del continente, me fue increíble, me recibieron súper bien. Yo quedé impactada porque cantaba mis canciones. Se las sabían todas.
El disco cierra con una colaboración en la que participa El Gudi, Jey F, Alan Dazmel y Oviña con quienes ya habías trabajado en el tema “Chupón”, hace casi dos años ¿Cómo nació “Brattiputy”?
Decidí incluirla en el álbum porque tiene mucho que ver con mis inicios como artista. Cuando hicimos esta canción, que ya lleva casi dos años, en ese tiempo yo no escribía mis canciones, con ellos fue con quienes empecé, siento que es una canción que a pesar de que ya había salido, va mucho con la estética de mi álbum.
En ese tiempo éramos súper unidos, cuando salió “Chupón”, y aunque a la mayoría ya no los frecuento, uno sigue siendo mi mejor amigo y entré a la música por ellos. Me mostraron cómo se hacía la música, pero por amor al arte, y cuando hicimos “Brattiputy” no sabíamos ni cómo le iba a ir, pero se hizo con amor, con mucho amor, mucho cariño, y cero avaricia, y le fue muy bien, entonces sí le tengo mucho cariño a esa canción.