
Seguramente has escuchado hablar de Canalón, la dinastía musical del Pacífico con cuatro décadas de trayectoria que fue base para la conformación de la agrupación Canalón de Timbiquí y, probablemente, fundamental para el desarrollo personal de algunas de sus figuras como la maestra Nidia Góngora. Bueno, una forma adecuada de comenzar a hablar sobre De Mar Y Río podría ser contar que es una banda creada por los músicos más jóvenes de dicha dinastía.
El disco con el que comienzan a abrirse camino se llama Bailen Y Gocen, que incluye canciones como “Pescandito” o “El Bareque”, y concentra la esencia de la música de la región, pero con una producción sumamente nítida que permite que las canciones suenen limpias y conecten fácilmente con quien las escucha. Por ejemplo, Amú explica que “en el Pacífico todas las canciones nacen de la cotidianidad y de las vivencias que tenemos en el territorio”.
Para explicarlo recuerda una canción de Canalón de Timbiquí que habla de cuando un vecino llega de improvisto a una casa ajena donde una pareja de esposos estaba viviendo en su intimidad y, siguiendo esa tradición de contar historias cotidianas, en el disco de De Mar Y Río hay una canción que está dedicada a quien salvó a la familiar de una mujer de su pueblo llamada Ceferina Gómez – compositora del tema –, cuya sobrina estuvo a punto de ser arrastrada por la corriente del río (“Qué viva Uber”). “A mi me preguntan por qué no componemos nuestras canciones, pero sí lo hacemos, incluso en el nuevo álbum van a salir varias, aunque yo también quiero resaltar a los autores de mi pueblo”, remarca el director de De Mar Y Río, quien también es compositor y arreglista dentro de la agrupación.
La dinastía Canalón es el punto donde todo conecta, porque fue Felipe Amú, su director, y su familiar Nidia Góngora eligieron el nombre De Mar Y Río, a manera de homenaje a Canalón de Timbiquí y al disco con el que ellos fueron nominados al Latin Grammy en 2019.
El año pasado, esta agrupación – creada en Cali, pero compuesta por músicos de diferentes regiones del Pacífico colombiano y conformada por más de diez integrantes – participó en la competencia del Festival Petronio Álvarez, donde se quedaron con el primer lugar. Un día más tarde los llamó Iván Benavides, uno de los productores más respetados de la música colombiana, quien trabajó en el emblemático álbum La Tierra del Olvido de Carlos Vives y en los inicios de ChocQuibTown.
Los había visto en la competencia, quería contactarlos y Amú entendió de inmediato que ese era el productor que quería para su nuevo disco. También sabía que sumar semejante nombre a los créditos se les saldría del presupuesto. “Tranquilos, que yo no les voy a cobrar”, fue la respuesta que recibieron.
Amú también tiene claro que no quiere que De Mar Y Río sea otro proyecto más en la región y, como gran admirador de las performances de estrellas pop como Beyoncé, Bruno Mars o Jennifer López, siente que un concierto de la banda tiene que ser más un espectáculo, que una simple presentación en tarima.
También remarca que criarse con la música de esos artistas, le ayudó a entender que las presentaciones de su banda tenían que ser cada vez más elaboradas y pensadas para cumplir con los estándares internacionales. “En el Pacífico pensamos que a nosotros no nos debe quedar imposible nada, así que no veo que estemos muy lejos de que De Mar Y Río abra unos premios Billboard o toque en otros espacios similares”.
Quienes han visto en vivo a De Mar Y Río, por ejemplo semanas atrás y abriendo una de las tarimas del Festival Estéreo Picnic, pudieron percibirlo. Primero, dos marimberos en tarima hacían una introducción que luego vendría acompañada por los tambores, mientras toda la banda en coro empezaba a cantar repetidamente una y otra vez: “Pacífico”. Las mujeres los acompañaban con sus voces, mientras lucían vestidos muy coloridos y llevaban llamativas coronas.
Así fue como abrieron la presentación cantando “San Antonio”, quizás una de las cinco canciones más importantes de la historia dentro del repertorio de la zona. En la tarima eran 24 artistas, con bailarines incluidos.
Recientemente, De mar Y Río también comenzó a vender indumentaria diseñada por ellos, incluso otro de los grandes referentes de Amú es Grupo Niche, quienes hoy en día más que una orquesta de salsa son una marca de talla mundial que tiene un crew gigante, como al que Felipe le gustaría tener algún día.
“Ya ahora se nos abren las puertas a la internacionalización y estamos detrás del Grammy, además a los chicos se les dan muy bien las redes sociales como TikTok que nos han servido para promocionar nuestros contenidos”, remarca el director de De Mar Y Río, a fines de ayudar de entender cómo ha pensado su expansión desde diferentes ópticas.
Mientras conversamos también pide que destaquemos a quien él siente que ha sido fundamental para poder entender mejor el mundo del mainstream y llama su padrino: Julio Correal. El presentador de televisión y productor de eventos quien según él se habría enamorado del proyecto y habría insistido a la organización del Festival Estéreo Picnic para que los tuvieran en cuenta a la hora de armar el line up.
Felipe Amú también remarca que fue él quien le hizo entender que el sonido, la puesta en escena de De Mar Y Río y la belleza de varios de sus integrantes podrían ser cualidades muy útiles para la masificación de De Mar Y Río, “ustedes son el gomelaje del Pacífico”, les habría dicho.
El director de la agrupación completa la frase: “el gomelaje del Pacífico, pero con la tradición, que combinamos con la modernidad y la vanguardia”.