
María Alejandra Plata comenzó a cantar desde los nueve años, pero luego en su adolescencia comenzó a tomarse la música más en serio y en su adultez a apostarle a su alterego: Lunalé. Nombre artístico que le ha abierto puertas en su natal Colombia y en México, y que en dos meses la tendrá como una de las promesas nacionales del Festival Estéreo Picnic.
Este es un buen momento para descubrir a Lunalé, si bien fue en 2019 cuando presentó su primer disco La Pena de Estar Sin Ti (que incluía canciones como “Otro Lugar” o “Vuelves Otra Vez” con la artista urbana Lee Eye), ahora sus canciones suenan más íntimas. Ella responde que simplemente busca que su música no esté tan contaminada por el exterior.
Lo que significa que ahora Lunalé quiere retomar la inocencia de sus canciones primarias, pero entendiendo que parte de ser un artista pop es prestarle atención a algunos sonidos que se convierten en tendencia. El proceso de creación es más o menos así: ella compone la primera versión del tema y luego se apoya en productores amigos para concluir el trabajo.
Pero María Alejandra siempre tiene que estar con ellos en el estudio: “Soy escorpio y no soy buena delegando”, confiesa la mujer bumanguesa que poco a poco ha abierto sus propios espacios en la capital.
Además, María Alejandra entiende que ser cantante independiente implica también hacer labores de prensa, organizador de eventos, relacionista público, entre otras funciones. Sin embargo, tiene una ventaja, es artista audiovisual: “siempre he trabajado ambas cosas de la mano, son mis dos amores”. Videos como «Tiempo», “Amor Barato”, “Cientochenta” o, el que acompaña su más reciente sencillo, “Montaña Rusa”, también hacen parte de los impulsos más escorpianos de Lunalé.
Así le han ido naciendo canciones más introspectivas como la balada pop “Algo Hermoso Termina”, la bachata “Cuando Me Tuviste” o el bolero “No Te Preocupes Si Me Ves Llorando”, que podría ser no sólo una puerta de entrada a sus nuevas facetas sonoras, sino un homenaje a su hermana, la también cantante María Cristina Plata. Quien para su propio proyecto se ha inspirado en músicas autóctonas de distintas partes de América Latina.
“Desde pequeña era la que me cuidaba, siempre estaba conmigo, ella me enseñó mis primeros acordes en la guitarra, pero a mi mamá le gusta mucho escuchar música y a mi papá cantar karaoke le fascina, además mi abuela estuvo en una tuna hasta muy viejita”, comenta María Alejandra, con la plena seguridad de que sería imposible entender su proceso artístico sin meter cada una de sus influencias familiares en la ecuación.
Al preguntarle sobre cómo una artista como ella llega a un Estéreo Picnic, ya que muchos artistas con talento lo han intentado, pero no hay cama para tanta gente, Lunalé explica que desde sus inicios con su equipo de trabajo han tenido este objetivo en el radar. Eso sí, también aclara que nunca han intentado presionar esta relación de ninguna manera.
También revela que el año pasado, a pocos minutos de subirse a la tarima de un show que había preparado con mucha dedicación, le comentaron que personas de la organización estarían presentes. Había llegado el gran momento, María Alejandra ya no sólo tenía, como en 2019, grandes canciones, sino que ahora era la dueña de un proyecto imaginado hasta el más mínimo detalle.
Canciones recomendadas: “No Te Preocupes Si Me Ves Llorando”, “Amor Barato”, “Niño Yo Te Amé”.