
A la hora de hablar de música popular, también conocida como música de despecho –y que ahora algunos artistas refieren como regional colombiano–, una de las canciones que no puede faltar en el repertorio es “Maldita Traición” de Alzate.
Un tema con una letra muy sentida, que cuenta el dolor de un desamor y la sed de venganza que produce darse cuenta de un engaño, que se vuelve aún peor cuando se sigue queriendo a la persona que traiciona y cuando la única salida parece ser ahogar las penas en alcohol.
Acompáñeme amigo en este dolor
Sírvase un trago a mi favor
No me deje solo con esta botella
Ella se fue y de mí se burló
Lo más triste es que la amo
Yo la sigo amando y si quisiera odiarla
No lo puedo hacer, mil razones yo tengo
Hoy para olvidarla
Pero el corazón no quiere ceder
Sin embargo, más allá de esta letra que ha acompañado el despecho de muchos colombianos, la canción tiene una historia antónima a la de sus versos.
“Maldita Traición” era una suerte de carta de renuncia, con la que Jorge Andrés Alzate se despedía para siempre de la música, después de perseguir el sueño de ser artista durante cinco años, sin conseguirlo.
Es decir, Alzate no hizo esta canción para sacarse una pena de amor, ya que entonces tenía una pareja estable. Simplemente era un músico amante del glam rock de los años ochenta que sentía que tenía un sonido diferente para aportarle al despecho.
Pero sin una sola canción que –hasta ese momento– le hubiera dado resultado del esfuerzo, el trabajo dedicado y el dinero invertido, el cantautor y pianista colombiano decidió renunciar a la música y quería hacerlo con honores. Así que grabó la que sería su última canción, sin saber que el destino tenía otros planes para él.
Con $500.000 pesos colombianos, que le prestaron, grabó la canción y se fue para Estados Unidos, donde era residente. Semanas más tarde, desde Colombia, su hermano Juan Felipe comenzó a llamarlo desesperadamente, pero su esposa, cansada de los tropiezos artísticos de su marido no quería pasarlo al teléfono.
Cuando por fin pudo comunicarse con él, le habló del éxito que estaba teniendo la canción, incluso su hermano Juan Felipe le dijo que si no volvía rápido tendría que hacerse pasar por él.
En una época en que una canción de un millón de reproducciones podía tener un retorno de un millón de pesos colombianos (poco más de 200 dólares), el éxito de Alzate crecía en números a ritmo apresurado.
Así que la canción no solo lo sacó de la difícil situación económica en la que se encontraba después de haber invertido todos sus ahorros, sino que también disparó su carrera musical.
“Maldita Traición” no sólo ha sido un tema que sintetiza de forma brillante lo que es la música de despecho, sino que aportó una sonoridad fresca en el género, que tanto Alzate como otros exponentes como Pipe Bueno, Yeison Jiménez o Paola Jara aprovecharon en su momento.
Fue así como su primer gran éxito se convirtió en el que hasta hoy ha sido uno de sus mayores logros artísticos, seguido de otras grandes canciones como “Mi Venganza” o “Copita de Licor”, y lo ha llevado a recorrer escenarios alrededor del mundo.