
En la primera escucha, sobre todo si nos dejamos llevar por canciones como “Genes rebeldes”, “Vecinos” o “Primero estaba el mar”, es fácil pensar que el nuevo álbum de Aterciopelados tiene la libertad que se sentía en álbumes como Río, pero con esa propuesta más moderna que hace años exploraban en Claroscura (2018), un disco que sin ser mainstream, se sentía muy en pop y muy sintonizado con el mainstream del momento.
Pero dedicándole más tiempo, uno va entendiendo que su décimo álbum bebe de las influencias de toda su discografía, ya que tiene muchas “miradas autorreferenciales”, dirá más adelante Héctor Buitrago en nuestra entrevista para Billboard Colombia. “Más que un disco, Genes Rebeldes es un mapa sonoro, una declaración de principios, un recordatorio de que la creatividad y el amor son fuerzas que nos impulsan hacia adelante”, remarcan ellos en el comunicado de prensa oficial.
“No estamos solos” podría haber sido un bonus track de La Pipa de la Paz (recordado por “Baracunatana”), mientras que “Mi Nicho” conecta con la etapa solista de Andrea Echeverri y “Vecinos” parece hacer parte de una larga cadena de eslabones, en los que Héctor Buitrago fue uniendo su amor por la electrónica, que comenzó con Gozo Poderoso y no solo se nutrió con la discografía de Aterciopelados, sino con la de su proyecto solista Conéctor.
Así que podría decirse que lo que hace Genes Rebeldes un gran disco es que es el equivalente a tener a Aterciopelados en su máxima expresión. Recapitulando todas sus etapas a través de los sonidos, aventurandose a crear un álbum acorde a los tiempos que vivimos y al miedo que muchos seres humanos tienen ante el avance de las inteligencias artificiales, que consideran podrían dejarlos sin trabajo.
Razón por la que Aterciopelados utilizó la IA también, pero no para dejar personas sin trabajo, sino para que su realizador audiovisual pudiera tener mayores libertades. ¿IA para la música? Podría venir en camino, pero no hay prisa, porque si algo que saben los Aterciopelados es vivir al máximo y aprovechar cada momento.
Cuéntanos de Genes Rebeldes, ¿lo están produciendo ustedes o cómo están creando el sonido de este nuevo disco?
Lo estamos trabajando nosotros mismos, con nuestro guitarrista, quien ahora ha desarrollado una vena de productor muy tremenda. Nos ha acompañado desde hace unos ocho años y hemos crecido mucho con él, y me imagino que él también, por esa interacción que hemos tenido, mientras produce varias canciones del álbum, hay otras que las he producido yo. Entonces ha sido un trabajo más íntimo.
Andrea le manda las canciones y ahí va funcionando muy bien esa cosa creativa entre, básicamente los tres. Luego ya cuando vamos al estudio, si es necesario, grabamos con nuestro baterista Jhonny, con músicos invitados y, bueno, ahí van creciendo las canciones. Prácticamente ya está todo listo.
Acláranos quien es su guitarrista ahora, porque algunos crecimos con Aterciopelados y nos perdemos un poco entre los cambios de formación…
Él se llama Leonardo Castiblanco y es un guitarrista colombiano, que ya lleva ocho años con nosotros y está en el equipo desde muy joven, desde que tenía como 22 años. Ya nos conoce muy bien y entiende hacia dónde queremos ir y por eso nos resulta chévere tenerlo como productor de algunas canciones.
¿Entre los músicos que participaron como instrumentistas y amigos en general, hay alguien para destacar?
Sí, a partir de los colombianos que ya te voy a hablar de ellos, me imagino que viste los temas con Gustavo Santaolalla y con Camila Moreno y también estuvieron los tambores de Totó (La Momposina), en una canción que infortunadamente no fue focus track, en “Primero estaba el mar”, que le dieron ese aire más tradicional, místico y caribeño a una canción que habla de un mito de origen kogui.
Mencionas el mar y yo siento que este disco tiene esa libertad que se sentía en el álbum Río, pero con una producción que recuerda a Claroscura y a etapas más electrónicas de la banda, ¿puede ser?
Sí, de todos modos sabes que nosotros somos supereclécticos y también como que no pienso mucho en eso. Hay mezclas de todo, rock, pop, electrónica y a veces son miradas autorreferenciales, inspiradas en cosas que hemos hecho antes, pero con la sonoridad de ahora. Lo nuestro siempre es así, un sancocho en el buen sentido de la palabra.
Recuerdo que hace años me hablabas de haberte apasionado mucho con la electrónica, con la tecnología, como te pasó en Gozo Poderoso y para este disco incluso tuvieron realizadores de video que trabajan con inteligencia artificial, ¿no?
Sí, aparte es una canción que habla del momento, del Apocalipsis, pero pensado desde el sentido de la palabra, que significa revelación. Siento que es lo que está pasando en el mundo, que estamos viendo una gran cantidad de cosas que se está revelando, la corrupción y todos los conflictos. Pero también analizamos la llegada de la tecnología y de esa nueva herramienta que es la inteligencia artificial, la canción habla de eso y por eso convocamos a Nicolás, que es un creador colombiano.
Porque el debate está precisamente en este punto, la gente se pregunta por qué utilizar inteligencia artificial si hay tantos creadores y cineastas en Colombia o en el mundo, pero precisamente él también lo es y utiliza estas nuevas herramientas para darle vida a un video que quiere hacer una reflexión en torno a todos estos temas. ¿Qué es lo que estamos viviendo? ¿Qué es lo que estamos atravesando? ¿Qué nos espera hacia el futuro?
Entremos un poco en materia con el video de esta canción llamada “Apocalipsis”. ¿Qué intención tenían con él?
Queríamos un video así, que mostrara una Bogotá en el futuro, pero que fuera chévere, no sé si conoces el término ‘solar punk’…
No, no. Para nada.
Bueno, las visiones del futuro siempre suelen ser distópicas, pero esta es una visión muy utópica donde hay mucho verde y el transporte va en esa línea, todo es muy sostenible y amoroso con el planeta, donde podríamos vivir así gracias a la tecnología precisamente, que hace que podamos vivir en un mundo armónico donde la tecnología existe, pero de una buena manera. Las visiones distópicas siempre suelen ser de guerra y conflictos, incluso conflictos con la misma tecnología. Por eso se eligió trabajar con la inteligencia artificial.
¿Hay alguna razón en particular para lanzar el disco como si fuera una trilogía, primero con tres EP y luego presentando el disco completo o tiene que ver la nueva costumbre de ir lanzando sencillos?
Sí, sí, claro. Pero también pasa que hemos ido escogiendo las canciones que sentimos que funcionan bien en grupos de tres y si bien no era algo planeado, uno sí ve que hay como un discurso en cada uno de los EP, que van a llevar finalmente al nombre del disco, al nombre de la canción (homónima) de apertura y a todas las demás canciones, que también envuelven un concepto bien interesante, esto de los ‘Genes Rebeldes’.
Hay algo que me llama la atención en el disco, ¿lo que suena al final de “Vecinos” es dubstep?
Puede ser, más bien como un dubstep adaptado así como latino, porque también hay una conga.
Lo digo porque es un género que hace diez o doce años parecía que se iba a comer el mundo, pero eso no pasó y es un sonido de electrónica muy arriesgado, muy acorde a la tecnología de estos tiempos.
También hemos visto que hay géneros que como que retornaron un poquito, impulsados por el trap también. Creo que el dubstep ha tenido como un revival y el drum n bass incluso. El otro día estuvimos en un evento en Londres, por el Amazonas, y nos tocó una fiesta de drum n bass, y es increíble la respuesta del público. Parece que sí hay como una nueva ola.
Si bien no quiero volverme intenso con esto de los sonidos, porque entiendo que Aterciopelados siempre ha sido una banda muy libre en cuanto a influencias, si me gustaría escuchar tu visión sobre qué diferencia a Genes Rebeldes de los álbumes que han hecho en los últimos cinco o diez años.
Yo creo que es un disco muy rebelde, precisamente. Porque somos un grupo que escogió lo alternativo, lo independiente, lo contestatario y seguimos siéndolo. Además, nosotros seguimos teniendo un mensaje alternativo, después de tanto tiempo, me parece importante.
Incluso en el disco hay una canción que se llama “Rompan Todo”, que podría ser bien política, aunque en estos tiempos una de nuestras posturas es no dejarnos confundir con la política, porque la polarización del mundo por las ideas es terrible. Hay otra canción donde decimos que no somos de aquí, ni de allá y que no debemos dejarnos enredar por las ideologías, ni de izquierda ni de derecha.
Creo incluso que si el tema algorítmico pudiera ser parte de las gobernanzas, mejoraría mucho el panorama político.
¿A qué te refieres con eso del gobierno algorítmico?
Sí, porque ya no tendríamos que lidiar con egos, ni con ideologías. Un gobierno que se apoya en la inteligencia artificial, en Japón hace un par de años, una IA era uno de los candidatos a ser alcalde en una ciudad.
No quedó, pero imaginate donde una inteligencia artificial bien programada, lo que a veces es complicado, pudiera operar sin sesgos políticos de ideologías, sin intereses de ningún tipo, sin egos. Haría su trabajo muy bien. Estadísticamente entendería qué se necesita y qué no, qué es importante para la ciudad o para el país, incluso hacer cálculos políticos teniendo en cuenta que se aproximan las próximas elecciones. Todo eso.
¿Han utilizado la inteligencia artificial en el disco? No digo que la pongan a hacer canciones, pero quizás para recursos o utilizando ideas de Chat GPT para construir algo más elaborado partiendo de eso.
No, aún no, pero va a ser algo inevitable. Como lo que ocurrió con el video, yo creo que para las próximas canciones voy a usar algunas herramientas de inteligencia artificial. Entiendo que genere un poco de temor, pero es un poco como fue la llegada de la batería o la guitarra eléctrica, incluso del sample que generaba mucha controversia, pero luego todo el mundo lo usó.
También tiene que ver el uso que le das, si ustedes pusieran la IA a componer sería una vergüenza, pero como recurso puede ser maravillosa…
Sí claro, además hay plugins que analizan y hacen las cosas mucho más rápido, dan como un tipo de posibilidades a la hora de componer y experimentar. Eso es mucho. Pienso que no debemos asustarnos ni rechazar de plano, porque estamos inmersos en un mundo donde se viene una nueva nueva revolución, la cuarta revolución industrial y las personas que estamos inmersos no tenemos otra opción, tenemos que atravesar esa nueva etapa, subir de nivel y ver qué hacemos con estas nuevas herramientas que se nos presentan.