
Con vista a los cerros orientales de la capital y acompañados de una intensa lluvia, Andrés Cepeda nos presenta su trabajo número quince, que lleva por nombre Bogotá, bajo el sello Warner Music. Con su nuevo álbum que además lleva el nombre de la ciudad que lo vio nacer, Cepeda rinde un emotivo tributo a la ciudad que le ha dado tanto, desde sus mejores recuerdos de infancia al lado de su familia hasta su carrera musical. En Billboard Colombia hablamos con él sobre su inspiración, el meticuloso proceso creativo y de construcción de su nueva producción discográfica.
Bogotá no solo es el nombre del nuevo álbum, sino también la esencia de un viaje emocional que Andrés Cepeda nos invita a realizar a través de sus memorias más queridas y de la mejor manera que podría haberlo hecho, con música. “Quería dedicarle un álbum completo a mi ciudad, quería sumergirme y cantar sobre los lugares, las calles, los parques, los bares, las avenidas donde nací y crecí. Quise hacer un álbum en donde hablara con nombre propio de esos momentos y de esos lugares que han marcado mi vida, porque muchos de ellos han transcurrido aquí en Bogotá”, nos comenta el artista.
Además, se trata del primer álbum que presenta de la mano de su nueva casa disquera, Warner Music México. Como parte de esta nueva etapa en su carrera, el artista decidió retomar un método de trabajo que no utilizaba desde hace tiempo, grabar el álbum en un periodo cerrado de casi dos meses, con los mismos músicos trabajando a diario en las 14 canciones que componen Bogotá. Una dinámica que disfrutó desde el proceso creativo y de producción de este trabajo musical.
Para él, Bogotá representa mucho más que una ciudad; es el escenario de sus recuerdos más entrañables, los que nacen de su infancia y adolescencia. “La primera canción que se hizo del álbum fue “Bogotá”, que habla sobre esos primeros años de vida, sobre la calle donde vivía y mi relación con mi familia, especialmente con mi mamá”, expresa Cepeda, sobre quizá la canción más emotiva de este álbum que además es también un sentido homenaje a su madre. Una canción que es un viaje de regreso a la Bogotá del 1973, cuando la capital colombiana lo vio nacer y a la calle 110 donde creció.
Y fue bajo esta premisa que construyó este álbum, un viaje a las memorias que han marcado su vida, para eso, regresó a vivir al lugar en la capital donde nació y creció, que fue el mejor lugar donde encontró la inspiración. “Cuando empecé a hacer el disco, abrí la puerta de mi casa, vi la calle donde nací y me di cuenta de que nunca le había hecho el duelo a la muerte de mi mamá. Entonces, esa canción nació de ahí”, y se convirtió no solo en el homónimo, sino que también en el punto de partida para Bogotá el álbum.
Cada canción del álbum está inspirada en lugares específicos de Bogotá que han marcado a Cepeda, es casi que un recorrido musical que al mismo tiempo recorre la geografía de la capital, por eso, si el álbum fuera un recorrido por la ciudad: “Creo que nos llevaría por la carrera séptima, desde el norte de la ciudad, pasando por Usaquén, recorriendo los cerros, hasta llegar al centro, a la Candelaria. Desde allí podríamos bajar hacia la Soledad, ir al sector del Campín, explorar los humedales del occidente o subir hacia los cerros orientales. Es un recorrido extenso, porque Bogotá es una ciudad muy grande, y cada parte tiene su propio sonido, su sensación, su sabor”.
Un recorrido que también se vio plasmado en la estética del álbum, especialmente para su edición vinilo que dentro de unos meses se anunciará al público. La portada del álbum fue tomada en el centro de Bogotá, específicamente en el Eje Ambiental de la Avenida Jiménez, un lugar que, según él, representa visualmente parte del espíritu del proyecto. Para el trabajo gráfico del disco, recorrieron distintos puntos de la ciudad, buscando locaciones que aportaran una fuerte carga simbólica para retratar Bogotá y todos sus matices. “Una de mis fotos favoritas la hicimos ahí, por eso quedó en la portada”, señala. El material físico, especialmente el vinilo, incluye imágenes tomadas en espacios tan diversos como buses de TransMilenio, andenes de las avenidas e incluso algunas zonas de los cerros, con el objetivo de capturar “lugares muy diferentes, pero que tuvieran esa connotación gráfica” que buscaban para acompañar el concepto del álbum.

Cepeda describe a Bogotá como una ciudad de contrastes. “Es una ciudad que tiene trópico, a pesar de estar en las alturas, y eso se escucha en la música. Aquí se oyen sonidos del Caribe, del rock, del pop, pero también el bolero. Cada canción del álbum refleja ese sonido de Bogotá”. Por eso la influencia de estos géneros musicales también está ampliamente marcada en su álbum, que incluso incluye un sample del éxito de la salsa “El Preso” de Fruko y sus Tesos, en la que además es una de las sorpresas del álbum.
La colaboración con Manuel Medrano en la canción “Una Flor”, un sueño hecho realidad para Cepeda. “Siempre había querido grabar con Manuel, y finalmente logramos concretar algo. Es una de mis canciones favoritas del álbum”. Además, de ser la canción elegida para el lanzamiento del álbum, tiene un guiño a su éxito “Me Voy”, hoy por hoy considerado un clásico dentro de su repertorio que esta vez fusionó con un poco de son cubano y al lado de la voz de Medrano.
Una correspondencia de canciones que recorren su trayectoria artística
“Una Flor” no es la única canción que escudriña entre los sonidos del pasado del amplio repertorio de Cepeda. Ya que cada uno de los 11 tracks hace referencia a alguna canción que ha construido a lo largo de su trayectoria artística. Por lo que uno de los mayores retos creativos para el álbum era integrar su pasado musical con su presente.
“Este disco tiene una correspondencia con canciones”, remarca el artista. Y en él recuerda incluso temas de su etapa con Poligamia.
Por ejemplo, “El Café” remite a “Fue Solo Amor”, “Una Flor” está relacionada con “Me Voy”, su versión de “Cariñito” junto a Los Ángeles Azules recuerda una noche de su graduación en el colegio y “Quiero que me odies”, está pensada para tener un paralelo con “Ódiame por piedad” de Julio Jaramillo.
Este enfoque fue decidido desde el principio, con la idea de que los fans dirigieran el proceso artístico, trabajando con los productores Mauricio Rengifo y Andrés Torres, los creadores del megahit «Despacito».
Así se llevó a cabo con cada una de las canciones, por ejemplo “Próxima Estación”, que hace parte de la versión deluxe al lado de Ha Ash, con “Mi Generación”. “Tú” es una declaración de amor, mientras que “Problema Mío” un tema de despecho, también está “Para Qué” que está pensada como una triste despedida y “Dos de Corazón” fue compuesta para celebrar un amor que comenzó en la juventud.
En la versión deluxe, “Bien” al lado de Morat tiene un toque ochentero, mientras que “Imagínate” junto a Luis Fonsi, retrata en sus versos la historia de un amor perdido por el timing de la vida.
Cepeda también incluyó canciones que no estaban inicialmente planeadas para el álbum, como “Prométeme”, que ya tenía dos años y se convirtió en un éxito en YouTube. El artista también colaboró con el mexicano Andrés Obregón en “Otra Canción”, que pasó por varios cambios antes de llegar a su forma final.
Cada tema tiene una historia que refleja la conexión profunda de Cepeda con su música y con su ciudad natal. Este es un álbum que no solo busca revivir recuerdos, sino también transmitir el alma de la capital colombiana a través de la música, ya que como él mismo lo explica “cada canción tiene el espíritu de Bogotá, pero también lleva la esencia de lo que yo soy y lo que he vivido”.
