
El próximo 17 de mayo, Manuel Carrasco comenzará su nueva gira llamada Tour Salvaje 2025, en honor a su nuevo disco de estudio próximo a publicarse. La comenzará en su Andalucía natal, con un sold out total y en un lugar que conoce muy bien, el Estadio de La Cartuja de Sevilla (Andalucía). El escenario donde acaba de convertirse en el artista español de mayor convocatoria en la historia de la música su país, luego de vender más de 74.000 boletas.
Nacido en Isla Cristina, también parte de Andalucía, Carrasco no sólo es profeta en su tierra sino que el año pasado llenó el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid – que luego de su remodelación puede albergar a más de 60.000 personas – y en los últimos años también ha tenido exitosos conciertos en ciudades de México, Chile y Argentina.
También, en los últimos años fue nominado al Latin Grammy, por su último disco editado – hasta el momento – Corazón y Flecha, recordado por éxitos como “Hay que vivir el momento” y “Fue”. En Colombia muchos lo conocimos por “Hasta por la Mañana”, la grandilocuente balada pop que también presentó en dicho álbum, que luego reversionó con la compañía de Morat, hace poco menos de dos años.
Así como por “Salitre”, uno de los cortes que ha presentado de Pueblo Salvaje II – el disco que lanzará el próximo 9 de mayo, pocos días antes del esperado concierto en su tierra natal –, y en donde Camilo no sólo participó como voz acompañante, sino como una suerte de coproductor.
Pueblo Salvaje II será el álbum más elaborado de su carrera. O, por lo menos eso parece, cuando en nuestra entrevista Manuel Carrasco remarca lo complejo de algunas melodías o de cómo se nutrió del conocimiento de productores muy diferentes, a fines de lograr un disco muy elaborado. Donde incluso se atrevió a enfrentar sus mayores miedos, por ejemplo, a asumir su rol como guitarrista.
Una buena forma de comenzar sería mencionar que eres el primer español que llena el recientemente ampliado Santiago Bernabéu y que superó ese logro vendiendo más de 74.000 boletos para tu show en el Estadio de La Cartuja de Sevilla. Nos gustaría entender qué reflexión has hecho a partir de dos logros tan impresionantes.
Todo tiene un porqué y si bien tampoco me paro a regocijarme de todo ello, también creo que cuando uno empieza a hacer canciones, lo que quiere es que le lleguen a la mayor cantidad de gente posible. Uno parte desde un lugar muy pequeño que es la canción, lo que escribe, la conexión que existe entre eso y el público. A partir de ahí se da una cosa mágica que luego termina desembocando en lo que es la fiesta del concierto.
Entiendo que en nuestro directo hay algo especial y una energía compartida, que a lo largo de los años se ha fortalecido por medio del boca a boca. Es por ello que esa capacidad de convocatoria ha sido tan grande y tan fiel, porque llevo años haciéndolo y estamos batiendo récords en ese aspecto. Justo ahora volvimos a llenar ese lugar en Sevilla, donde además tenemos el récord de asistentes a un concierto en España y me siento muy agradecido. Eso no ocurre todos los días.
Incluso imagino que lo que te puede estar pasando ahora es que como llevás mucho tiempo trabajando, te puedes sorprender, pero en el fondo también entiendes que simplemente estás viendo el fruto de tanto esfuerzo…
Si, pero además la responsabilidad crece, la conciencia también. Cuando eres joven como que todo sale un poco más al momento y casi sin pensar, pero cuando llevas tanto y tienes al tiempo como un aliado, ahí es cuando dices: “bueno, ahora lo tengo y voy a intentar de darle lo mejor, y mucho más, a todo ese público que está ahí”. Y ahora que estoy preparando la nueva gira, me preguntó cómo puedo superar el show anterior. A nivel escénico, de transmisión, producción… pues hay que trabajar y pensar en grande.
Eso es lo que hago, porque después de las canciones los conciertos son los que me han traído hasta aquí. Así que hay que poner toda la carne en el asador y tenerle el máximo respeto al público y a mi carrera.
Sin olvidar que ahí tienen que ver muchísimo las canciones, ¿no? Buenas canciones con las que la gente conecta, porque los recursos del concierto están precisamente para potenciar todo lo demás.
La puerta no se abre si no hay canciones que conecten, esa es la llamada a la gente. Las canciones son las que te tiran de la camiseta para llevarte al lugar, nos ha pasado a todos y a mí como público me pasa bastante. Si no hay un discurso y un artista en el que creas, evidentemente no vas a ir a la siguiente presentación.
Es verdad que he hecho una carrera muy consistente y con un público muy fiel, porque no me he dejado llevar por la prisa de hacer las cosas queriendo llegar antes, ni pensando en la cantidad. Prefiero ir a menos y dar pasos más cortos, pero que tengan que ver conmigo, con mi verdad. La gente te lo reconoce y entiende ese código, por eso yo me siento tan bien conmigo, no he intentado engañar a la gente, sino seguir mi propio ritmo.
Hablemos de tu próximo álbum Pueblo Salvaje II, porque parece que tú no escatimas en contratar productores, ya que en el pasado trabajaste con Cachorro López, Claudio Guidetti y con Paco Salazar, quien ha hecho canciones con Sergio Dalma y Pablo Alborán. ¿Cómo lo estás produciendo?
En mi carrera he cambiado mucho de productores, pero en este caso todavía más, porque en un mismo disco he trabajado con talentos muy diferentes y, además, aprovechándolos de maneras muy distintas. Incluso he quedado con algunos en persona y luego a distancia.
He trabajado con diferentes músicos y ha sido totalmente distinto, pero me encanta porque a la vez hay un hilo conductor muy potente, porque el disco tiene como su propio sonido. Tiene que ver con ese hilo conductor, que al ser yo el compositor de todas esas canciones, al final hay una impronta y un sello personal que está ahí presente.
¿Cómo sería en ese caso, Manuel Carrasco como productor más los coproductores?
Hemos tenido un montón de productores diferentes Richi López, Moncho Chavea, Victor Martínez, Paco Salazar y todo ha sido muy estimulante.
Les enseñaba las canciones y de un tirón conectaban con ellas, también había canciones que eran como más de raíz, donde ha habido una cosa que ha mandado mucho en la producción: mi guitarra. Es como mi mano derecha, porque yo toco la guitarra española de una manera muy personal. Eso ha llevado a que todas las canciones estén unificadas.
¡Qué linda canción que es “Salitre”! Sobre todo por ese comienzo con lo que parece ser una trompetita, la percusión flamenca y la participación de Camilo. Amerita escuchar la historia de cómo la hicieron.
Te cuento, yo la empecé a escribir para el disco anterior y fue casi que un descarte. Bueno, tampoco así, pero no la incluí entonces. Sentí que era una canción especial y luego entendí que las canciones tienen su momento. Camilo es un artista que admiro, que siempre me había llamado la atención y creo que tenemos energías parecidas. Entonces dije “le voy a mandar esta canción y le voy a invitar para que, si a él le apetece la acabe o meta su mano también”.
Así fue y él también aportó muchas cosas a ella y fue increíble, porque intentamos producir la canción, pero luego decidimos hacerla de una manera más pequeñita. Pero a la vez queríamos que tuviera su grandeza.
Y lo del cajón… ¿Tú sabes cómo está tocado eso? Con nuestras manos, con anillos puestos así como los tengo, en el borde de la guitarra. La canción tiene esa percusión que hicimos, nuestras palmas, nuestras dos guitarras tocadas a la vez y esas trompetitas. Es que tiene muy poca cosa, casi nada, pero a la vez suena grande y el mensaje está bien contado así.
Camilo es un productor excepcional y hasta la canción que hace años hizo para Juanes suena a él. Nos encantaría saber qué elementos propuso él para la canción.
Yo le había mandado la canción con unas notas de audio, a la par que comencé a trabajar con un productor. Y Camilo me dijo: “yo siento que la primera versión que me mandaste con la guitarra, eso no hay que perderlo”. Él ya estaba produciendo mentalmente a partir de ese audio.
No suelo grabar guitarras en mis discos, no confiaba en esa parte de mi, pero Camilo me dijo que ahí estaba el secreto de la canción, en la pulsación. “Tocas muy cabrón”, me decía. Él me animó muchísimo a hacerlo y a nivel producción él dirigió esa parte, donde me dijo que menos es más, que ese espíritu de la versión original teníamos que recuperarlo. Fue así, él vino a mi casa en España y la hicimos acá, la hicimos los dos, así, al momento.
También participas en una canción de Carin León, pero ahí sí como invitado y me gustaría saber cómo se encontraron ustedes, cómo ha sido tu conexión con el público mexicano.
Con Carin fue al contrario, él me buscó a mí y quedamos un día para comer en Madrid. Me llevé una gran sorpresa cuando me di cuenta que se sabía todo mi repertorio, desde hace 20 años hasta hoy. ¡Se sabía las canciones mejor que yo!
Fue muy curioso y él me dijo que era muy fan. Yo no entendía nada, él de Hermosillo y yo aquí en España, no entendía nada. Pero a partir de ahí se dio que él tenía una sesión, y aunque yo ni había quedado para componer con él, resulta que él se iba a encontrar con otro artista pero eso se canceló.
Por ese encuentro es que yo comienzo a hacer la canción que cantamos y cuando me llamó al otro día me dijo que nos viéramos para hacer algo, así que le mostré lo que había hecho por la noche. Él también es un artista que se preocupa mucho por la parte creativa, con mucha musicalidad adentro y una voz espectacular. Lo de Carin es increíble.
¿Tienes alguna canción del disco que sea tu favorita o la que más te haya impresionado por sus resultados?
“El Grito del Niño” es una canción más compleja y tiene que ver mucho con mis raíces, con lo que yo soy, con el concepto del disco. Es una canción larga, con una intro de un minuto y pico, lo que no es nada común. Yo diría que esa canción hizo que dibujara el disco en la manera que lo dibujé.
¿Qué sientes que haya cambiado tanto en tu forma de componer, como en tu percepción de lo que producen tus canciones en la gente que te escucha?
Al final el crecimiento artístico tiene que ver con el crecimiento personal, cuando la vida se llena de cosas, de tiempo y haces tantas cosas en ese tiempo, todo es más rico.
Yo no escribo como cuando tenía 20 años y tiene que ser así además, porque la vida se llena de cosas y a mi me gusta ir con mi edad, con mis experiencias, con mis cosas e incluso con mi complejidad. Eso lo veo muy necesario y tiene que ver con la manera de comprometerme con mi arte y con lo que yo soy. Pero evidentemente yo intento mantener la frescura de la juventud, de esa impronta que te nace, con la experiencia que pueda tener ahora.
Para finalizar, si bien es la tercera pregunta que te hago esta dirección, también necesito que nos hables de “Hasta por la Mañana” con Morat, porque seguro hay otra gran historia allí.
Es una canción que yo ya tenía editada en el disco y sentía que podía funcionar muy bien con Morat. Nos habíamos visto varias veces y es un grupo que admiro mucho y del que admiro mucho lo que hacen.
Les compartí esta canción y se subieron a ella de una manera muy cariñosa y lo pasamos muy bien. Creo que es una canción que se podría decir que tiene un estilo muy Morat, aunque sea una canción mía. Porque tiene un estribillo muy grandilocuente, muy de estadio, donde es muy coral.
Eso sucede mucho en sus colaboraciones, ¿sientes que te pasa lo mismo? ¿Le imprimes un sonido muy Manuel Carrasco a las canciones de quienes te invitan?
Es algo que suele ocurrir de una manera muy natural, porque uno tiene una impronta en la voz y yo creo que cuando tú decides compartir algo con alguien lo que quieres es que esa otra persona te dé lo suyo. Su manera de ver las cosas, sus sentimientos y el alma que tiene ese artista. Yo intento hacerlo también y dejarme llevar un poco por eso.