
A comienzos del nuevo milenio Bacilos era uno de los pesos pesados del pop colombiano. No es tanto que hoy ya no lo sean, sino que el pop ya no es ahora el género que lidera las listas de reproducción, parcialmente desplazado por sonidos que ahora consideramos urbanos.
Referirlos como banda colombiana también puede ser polémico, porque a manera de ser precisos hay que remarcar que son una agrupación latina que también ha tenido participación cubana y brasileña, que lleva décadas afincada en Miami y que tiene un cantante monteriano.
Pero lo que sí se puede decir de Bacilos es que ha sido, y probablemente lo seguirá siendo, una pieza fundamental para entender el pop latinoamericano. Canciones como “Tabaco y Chanel”, “Lo Mismo Que Yo”, “Caraluna”, “Mi Primer Millón” y “Pasos de Gigantes”, entre muchas más que sonaron en su concierto sold out en el Movistar Arena, lo confirman.
Si bien es cierto que en la carrera de todo artista también va pasando una vida privada que hace que no se produzca música de manera tan constante, Bacilos tiene otra particularidad poco común en la industria musical latinoamericana: el consumo de sus temas en plataformas es impresionante. No sólo por las reproducciones de canciones anteriores, sino de éxitos más recientes como “Perderme Contigo” que tiene más de 130 millones de reproducciones o “Por Hacerme El Bueno», con poco menos de 100 millones.
Ahora presentan un nuevo disco, en el que han preferido ser libres a su sonido, componer buenas canciones y desligarse de cualquier pretensión de viralidad. Así nace Pequeños Romances, un álbum que sin ser el rey en plataformas, sí ha reactivado sus presentaciones en todo América Latina, incluso, también, como el álbum que semanas atrás los volvió a poner sobre la tarima del megafestival de Viña Del Mar. Dos décadas más tarde.
En Billboard Colombia conversamos con Jorge Villamizar, su cantante, para entender mejor su legado y los pasos que vienen en camino. Luego de que llenaran su primer Movistar Arena de Bogotá y que, además de Viña Del Mar, fueran invitados en festivales en México, Costa Rica, y también tuvieran exitosos shows –a veces agotados– en España y Argentina.
Ayúdanos a entender toda esa reactivación que la banda ha tenido durante el último año y que parece haberse disparado con su presentación en Cordillera.
Estamos comenzando a ver el fruto del trabajo de muchos años. Una vez que pasa la pandemia Bacilos cambia su estructura –ahora tienen un integrante menos– y eso cambia también la dinámica de trabajo. Andre (Lópes, bajista y segunda voz) y yo somos un equipo afinado por los años de trabajo que ha venido funcionando de una manera parecida. Él está más del lado de las cuentas y los contratos, yo preocupado por la parte creativa. Siendo los dos integrantes de la banda.
Ahora buscamos entre los mejores músicos disponibles en Miami y creamos una banda de alto nivel. Cuando tu montas un equipo de trabajo tu puedes decidir si quieres ahorrar o no, pero nosotros no ahorramos sino que conseguimos los mejores músicos que pudimos, para crear este show que tiene nuestro catálogo conocido por todo América Latina e interpretado con un nivel muy alto.
Nos hemos vuelto festivaleros y la gente conoce la mayor parte de las canciones que vamos tocar en ese show, aunque también tenemos repertorio de dos horas para un teatro si es necesario. No siempre estamos ganando dinero, incluso a veces nos han dicho que vayamos con tres personas y nosotros preferimos invertir en tener todo el equipo. Así hemos hecho soldouts importantes en ciudades como Madrid y Barcelona.
¿Qué está pasando en este momento? Que estamos viendo el resultado de ese trabajo. Cordillera, Picnic (Costa Rica), Pal Norte… (México).
Hablemos de la gente que participó en el disco, de esos músicos de alto nivel que resultaron fundamentales para la creación de ‘Pequeños Romances’.
El disco fue una especie de homenaje a la banda con la que tocamos y, a la vez, también había una idea de amigos como Jorge Luis Piloto y Luis Fernando Ochoa (productor de Pies Descalzos y ¿Dónde Están Los Ladrones? de Shakira), que me preguntaban dónde estaban las canciones de Jorge Villamizar.
Entonces, también hice un esfuerzo por regresar a componer sólo y sin co-escritura, lo que si bien le da un sabor muy Bacilos, también permite que nos utilicemos a nosotros mismos como influencia y como dirección artística. No tuvimos productor, sino que usamos a Ahmed Barroso, nuestro director musical y guitarrista, pero todos estuvimos muy envueltos. Lo grabamos en Criteria, que tiene una sala que tiene un estilo muy clásico y donde se han hecho cosas increíbles en la historia del rocanrol (Eric Clapton, Bob Marley, Alejandro Sanz, Gloria Estefan son algunas de las figuras que han pasado por allí).
Entre el primer disco de Bacilos y el segundo ganan su primer Grammy, además se siente ese crecimiento tanto en el sonido como en ustedes como banda. ¿Cómo fue ese reto de intentar elevar el nivel, con un álbum que luego fue reconocido por ese esfuerzo?
Lo que pasó fue que el primer disco lo hicimos nosotros solos, cuando éramos veinteañeros, ingenuos y sin experiencia. Tenía la energía de lo que éramos nosotros y lo que aprendimos en bares tocando por muchos años, y eso fue lo que grabamos. Pero cuando hicimos el disco de “Caraluna” ya teníamos productor (Luis Fernando Ochoa y Sergio George, quien ha estado detrás de casi todos los discos más famosos de Marc Anthony).
Este negocio es un trabajo en equipo y esa es una linda forma de verlo. El primer disco es muy inocente y muy genuino, y con él nos nominaron a nuestros primeros Grammy. No digo que este tipo de premios sean la medida para el éxito de un artista, pero ya con el segundo disco tenemos “Mi Primer Millón” y otras canciones con las que hicimos un álbum muy sólido. Nos ganamos un Grammy gringo y dos o tres latinos con ese trabajo, pero la diferencia estaba en que ahora sí había un equipo profesional.
Mencionaste a Sergio George y seguro te han preguntado miles de veces por el hecho de que con él hiciste “Yo No Sé Mañana”. ¿Siendo una salsa, con elementos de pop parecidos a los de Bacilos, cuál crees fue la mayor lección que aprendiste al hacerla?
Una prueba más de lo que veníamos hablando, cuando se juntan los equipos las estrellas se alinean. Haber sido parte de un éxito de Luis Enrique, producido por Sergio y que inicialmente fue compuesto por el compositor Jorge Luis Piloto (Carlos Vives, Gilberto Santa Rosa, Celia Cruz), donde también estaba yo como una suerte de Ringo Starr de la fórmula, fue transformador y me cambió la vida. Tener un pedacito de participación en la historia de la salsa es algo muy importante para mi.
También es importante decir que nunca hay que subestimar una canción. Sergio y yo subestimamos “Yo No Sé Mañana” y quienes creyeron en esa canción realmente fueron primero Jorge Luis Piloto y luego Luis Enrique. El que la convirtió en un hit y en contra de los pronósticos.
Si no estoy mal en 2021 fue que sacaron ‘Abecedario’, donde tenían canciones clásicas de ustedes con artistas como Carlos Vives y Morat. ¿Piensan hacer más de ese tipo de canciones?
Es que se nos cruzó la pandemia y justo quemamos dos balas muy importantes (“Tabaco Y Chanel” y “Caraluna”, en sus nuevas versiones colaborativas). La idea era que esas canciones nos ayudaran a impulsar ese crecimiento postpandémico que tenemos ahora, era el momento. Pero uno nunca sabe.